sábado, 18 de mayo de 2013

Las Palabras

*Nota. Este  relato surgió por una tarea  o mas bien dicho, es una tarea que se me asigno en la facultad, léanlo y ojala les agrade, ya saben comentarios y demás son siempre bienvenidos.


Las Palabras

Solo cerré los ojos un momento y comencé a recordar todo  eso que me hace sentir culpable, ese deseo que por más que quisiera no sentir, por debajo de mi piel se mueve  y tuerce mis entrañas, también comienzo a preguntarme ¿Desde cuándo comencé a sentir un amor tan entrañable y sobre todo maldito, por mi propia sangre?,   ¿Desde que tengo uso de razón?, ¿Desde  aquella niñez llena de sensualidad e inocencia inusitados?, ¿Desde mi  taciturna y pesada adolescencia?, no lo sé, nunca he encontrado el momento de la génesis exacta de estos sentimientos hacia ella, no son sanos, ya me lo han dicho amigos y lo mencionaría cualquier psiquiatra o psicoanalista sensato, “son solo producto de un estado psicótico e irracional”, pura basura psíquica, al diablo, no me importa lo que digan los demás , ellos no lo sienten en carne propia y yo sí, yo debo de saber más de cómo me siento que ellos, pero en ocasiones tienen mucha razón y  vaya que me siento asi,  culpable, lleno de un amor delictivo, siento que no soy yo al estar atrapado en lo que los demás puedan decir de mí,  como sea vivimos en sociedad y no puedo ser el hombre que posea a mi hermana, de hecho para ser sinceros, no se si es recíproco, he visto como toma mi mano en ocasiones, como me mira, como sus palabras tratan de destapar el caño de  los sentimientos ocultos hacia ella, quizás lo sabe y juega conmigo, quizás es  el simple erotismo que ella emana y por el cual extrañamente me siento atraído,  la atracción a ella es una pregunta sin respuesta.

Un amigo me dijo que eso de la moral debería importarme poco, que  antes, en la edad media  los reyes se casaban con sus primas o sus hermanas, pero me es imposible, hay algo dentro de mí que lucha contra este impulso que siento, no solo es ese “que dirán”, es algo más grande que ella y yo juntos, o quizás más poderoso, pero  ese algo me  desgarra, he intentado de todo fui al doctor, al psicólogo, con el cura e inclusive con una especie de bruja cósmica de un pueblo perdido en la sierra de Oaxaca, me he alcoholizado noches enteras,  he tomado cada licor delicioso y embriagante posible, tequila, ron, whisky, coñac, vodka, licor de ajenjo, nada funciono, al contrario entre la resaca y el estado de éxtasis en la borrachera, ella aparecía de nuevo, probé con otras mujeres, que se pareciesen  a ella, idénticas , casi gemelas, estuve con muchas mujeres bellas desde mi adolescencia, en forma y fondo debían de ser como ella, esa era la condición, desmenuzaba sus cuerpos entre mis manos pero me sentía vacío  triste y desolado al terminar, no podía hacer nada contra ese algo que me estaba arrastrando a la desesperación y la frustración,; ¿Qué poder hacer?, una de esas chicas una vez leyó una poesía que le compuse en estado de ebriedad absoluta a mi hermana , le pareció bella e inusitadamente inquietante, espeluznante, tanto amor contenido en este enclenque cuerpo, cuanta pasión, cuanta fantasía innombrable que fácilmente que de cumplirse mi alma seria condenada al más profundo de los abismos del infierno; después de leerla huyo pero me dejo una nota que decía “Nunca podrás hacer nada con tu hermana a menos que ella lo desee también  seguramente no lo desea si no ya hubiese pasado algo, te dejo pero considera esto, escribes muy bien y tus palabras son bellas, con ellas me conquistaste en aquel lugar  donde nos conocimos hace un tiempo, no te quiero volver a ver pero si te quiero volver a leer, piénsalo…”

Un balde de agua fría cayó sobre mi cabeza, he ahí la respuesta y el por qué ahora ustedes me leen o quizás escuchen mi desquebrajada voz , desde ese momento me decidí a escribir, desde pequeño había escrito algunas cosas pero todas vanas e inocuas, ahora quizás podía funcionar, en ese momento no tenía nada que perder y lo intente, funciono totalmente, desde el primer momento en que tome mi máquina de escribir y decidí teclear todo lo que sentía hacia ella y lo que ella quizás imaginariamente representaba para mí, sentí un alivio enorme, mi alma, mi mente e inclusive mi cuerpo desfallecieron de descanso , una tregua  a mis instintos y mis deseos, un escape ilusorio pero que no me hacia lastimar a nadie y por supuesto no lastimarme a mí mismo, encontré en las palabras , lo que no podía encontrar en la vida real, un vía de escape que me ha redituado muchas cosas , pero la principal ha sido la paz interior y un rumbo ya no a ninguna parte, quizás este solo siempre, quizás me mantenga encerrado en mi cuarto escribiendo por las noches pero dentro de estas páginas que escriba y en la mente de aquellos que me lean podre ser ese que no pude ser; por ahora le daré las gracias con una dedicatoria a esa chica que me llevo aquí a escribirle a mi hermana y a ti que me lees ahora.


Ian Pavel