El Espíritu De La Pasión (3-Iron)

¿La pasión puede ser silenciosa, suave , tímida, frágil  y contenida? , Kim Ki Duk, cineasta coreano (que prácticamente junto a Chan Wook Park son los actuales iconos y figuras mas destacadas del cine sur coreano) nos entrega una película bella, con escenas llenas de delicadeza y fragilidad, muestra una estética mas que trabajada, casi artesanal, detalle a detalle resalta  los paisajes y lugares en que se transitan, los espacios, las luces, las decoraciones , las figuras, los movimientos, los gestos , los silencios y las miradas de los personajes en su transición en el cuadro, Kim hace que la palabra "actuación" valga en el cuadro y que el silencio actué, tome un papel primordial y nos deje ver el amor entre los personajes mediante sus lenguaje no verbal, lo cual ya es un logro y pocos lo pueden hacer tan bien y de forma dinámica sin caer en pretensiones ominosas, logra todo un ambiente bello de principio a fin.

Kim no cuenta la historia o la situación , de un indigente que suele entrar a casas mientras sus residentes están fuera, el nunca toca nada mas allá de lo esencial ni roba nada y a cambio de su estadía suele arreglar pequeños aparatos descompuestos o lava la ropa sucia o limpia el lugar, pareciese ser un fantasma que pasa por ahí sin ser percibido en ocasiones y que deambula sin mayor complicación y problema con su entorno, hasta que de una manera inesperada en una mansión donde decide hospedarse se encuentra con la residente de aquella casa, una bella modelo, esposa de un acaudalado hombre lleno de celos e ira, que la maltrata tanto física como psicologicamente, prácticamente como amor a primera vista se enamora de ella y ella hastiada de la vida enclaustrada y el dolor que sufre en esas cuatro paredes decide escaparse de su casa con el indigente.

Paulatinamente se gesta un amor entre ambos, dulce, suave y silencioso, su amor crece cada día mas y la pasión contenida comienza a brotar , pero muy a su pesar las cosas se trastornan en un irremediable triangulo amoroso que cambiara por su siempre su vida.

Kim Ki Duk por lo regular llena sus historias con marcos espirituales y con tintes semibudistas y que crea ambientes ligeros y diálogos, al menos en esta ser lo suficientemente efectivos y contundentes, es un hombre que da a entrever sus creencias acerca de la vida y sobre todo abre preguntas en cada película a veces difíciles e imposibles de responder, con obras tan finas en su filmografia como El  Arco y Tiempo y que para muchos su obra cumbre es Estaciones de la Vida, no hay duda que este filme es una obra fundamental para entender el cine coreano actual y a su creador, y al menos para mi es incluso superior que las ya citadas, ya que la forma de manejar a su elenco y su ambiente en este filme son de una grandiosa manufactura.